ONICOMICOSIS
La onicomicosis es una infección de las uñas producida por hongos, normalmente por dermatofitos, hongos no dermatofitos y, en menor medida, levaduras. Son micosis frecuentes debido a que la queratina que compone la estructura ungueal suele ser el alimento habitual de los hongos y se estima que puede llegar a afectar a un 30% de la población, siendo más frecuente en adultos y personas mayores que en niños. Asimismo, existen diferentes tipos:
- Onicomicosis subungueal distal: el hongo penetra a través de la zona distal de la uña, conocida como hiponiquino, produciendo la infección en sentido distal – proximal. El agente causante más frecuente suele ser Trichophyton Rubrum.
- Onicomicosis subungueal proximal: en este caso, el hongo penetra por la parte más proximal de la uña, conocido como eponiquio, dando lugar a una infección en sentido proximal – distal. Los agentes causantes más frecuentes son Trichophyton Rubrum, Trichophyton Mentagrophytes y mohos.
- Onicomicosis superficial blanca: se trata de una infección superficial de la uña en la que se observa una mancha blanca, de ahí su nombre. El microorganismo causante suele ser Trichophyton Mentragrophytes y puede ir acompañado de dermatomicosis interdigital.
- Onicomicosis distrófica total: suele ser frecuente en pacientes que padecían alguna de las infecciones anteriores y, al no tratarse, han invadido la uña en su totalidad. Suele existir un componente de inmunodepresión en el paciente.
- Candidiasis ungueal: esta vez el agente infeccioso es una levadura, siendo las más frecuentes Cándida Albicans, Cándida Parapsilosis y Cándida Tropicalis. Se caracterizan por la presencia de paroniquia habitualmente y, al igual que en el caso anterior, suele coexistir un componente de inmunodepresión en el paciente.
La etiología de la onicomicosis está relacionada con una serie de factores de riesgos, entre los que se encuentran exposición prolongada a situaciones de humedad (calzado oclusivo, duchas, gimnasios, piscinas, etc.), edad avanzada, enfermedades sistémicas con alteración del sistema inmune (cáncer, diabetes, SIDA, psoriasis etc.), traumatismos e ingesta de fármacos, entre otros.
Las manifestaciones clínicas de esta patología son cambios en la coloración de la uña, fisuras en la lámina ungueal, engrosamiento ungueal, mal olor, onicolisis y presencia de hiperqueratosis subungueal y periungueal. El cambio de coloración está relacionado con el microorganismo causante de la infección y el tipo de onicomicosis, siendo de color amarillento-marrón en onicomicosis distal y total y de color blanco en onicomicosis proximal y superficial.
El diagnóstico de las onicomicosis puede ser clínico con la ayuda onicoscopia, aunque para su confirmación es necesario la realización de pruebas complementarias de laboratorio, cultivo micológico, examen histopatológico, PCR, citometría de flujo y microscopia confocal.
El tratamiento de esta infección ungueal puede ser tanto tópico como sistémico. Por un lado, el tratamiento tópico estaría indicado en onicomicosis distales y onicomicosis superficiales blancas y consiste en la aplicación de lacas ungueales de amorolfina al 5% o ciclopirox al 8%; por otro lado, el tratamiento sistémico consiste en la administración de antifúngicos por vía oral y estaría indicado en onicomicosis distales que afecten a más de tres uñas del mismo pie o de larga evolución, onicomicosis distróficas y onicomicosis proximales.