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PIE PLANO

El pie plano es una deformidad congénita o adquirida en la que se produce un aplanamiento del arco longitudinal interno (ALI) acompañado, generalmente, de valgo excesivo de talón, abducción del antepié y equino relativo del retropié (acortamiento del tríceps sural). Así pues, se caracteriza por un aumento excesivo del área de contacto da la huella plantar con el suelo, considerándose fisiológico en lactantes y niños menores de 8 años.

Foto 1. Pie plano.

La etiología del pie plano es multifactorial. Dentro de las posibles causas de su aparición se pueden mencionar factores hereditarios, alteraciones óseas (pie plano astrágalo-vertical o secundario a escafoides accesorio), alteraciones neuromusculares (disfunción del tibial posterior y parálisis flácida o espástica), vicios posturales infantiles, calzado inadecuado, sobrepeso, traumatismos, iatrogenias quirúrgicas y enfermedades sistémicas (alteraciones endocrinas o neuropáticas, enfermedad de Ehlers-Danlos y enfermedades reumáticas), entre otros.

Foto 2. Comparación entre huella de pie plano y pie normal.

El diagnóstico de esta deformidad es clínico, pudiéndose observar una desviación en valgo del calcáneo acompañado de una aplanamiento del arco interno y, en algunos casos, presencia de sintomatología (dolor articular, dolor muscular, fatiga muscular, alteraciones en rodilla y/o cadera, etc.). Asimismo, también se pueden realizar pruebas complementarias, tales como radiografía (alteraciones en ángulos articulares, artrosis articular, coaliciones tarsianas), resonancia magnética (alteraciones musculares, tendinosas y ligamentosas), ecografía y tomografía axial computarizada (TAC).

El tratamiento de esta patología puede ser tanto conservador como quirúrgico. Por una parte, el tratamiento conservador consiste en el uso de soportes plantares personalizados, calzadoterapia, entrenamiento funcional, estiramientos y realización de ejercicios activos y pasivos. Por otra parte, el tratamiento quirúrgico está indicado en casos de presencia de sintomatología que no remite con tratamientos conservadores, pudiéndose realizar técnicas sobre partes blandas, sobre hueso o sobre articulaciones.

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